En el Upper West Side, una townhouse construida en 1910 ha sido transformada por Perifio Interiors en un ejemplo magistral de cómo el lujo puede habitar espacios reducidos. El proyecto, de apenas 74 metros cuadrados distribuidos en tres niveles, demuestra que la sofisticación se mide más en precisión que en amplitud.
El reto de la conservación
Desde el inicio, el objetivo fue claro: preservar los atributos históricos de la casa —los techos de más de seis metros, los ventanales de acero y la mampostería original— y, al mismo tiempo, dotar al conjunto de una funcionalidad acorde con la vida actual. Así, cada intervención debía ser estratégica. Por ejemplo, se diseñaron armarios empotrados invisibles, una banqueta con capacidad de almacenaje y módulos integrados bajo la escalera.
En consecuencia, la vivienda no solo conserva su carácter histórico, sino que se adapta a un modo de vida contemporáneo en el que la organización y el confort resultan esenciales.
La cocina verde como declaración de estilo
Sin duda, la cocina se erige como el corazón del proyecto. Ejecutada en un verde profundo, con carpintería artesanal y una isla revestida en mármol Silver Roots, se convierte en la gran protagonista. Además de aportar un gesto estético poderoso, su diseño inteligente multiplica la capacidad de almacenaje sin comprometer la elegancia de las superficies.
Gracias a este planteamiento, la cocina no es únicamente un lugar para preparar alimentos, sino un espacio social que convoca a desayunos ágiles y cenas prolongadas. Así, el color se transforma en una infraestructura emocional que articula la vida cotidiana.

Un recorrido cromático y sensorial
La narrativa visual se extiende hacia el salón, donde la calidez de las maderas y los textiles define un ambiente acogedor y sofisticado. Posteriormente, en los niveles superiores, la paleta se suaviza para dar paso a tonos claros y serenos. El dormitorio, con cerramientos de hierro y vidrio, filtra la luz natural y mantiene viva la memoria industrial del edificio original.
De esta manera, cada nivel de la casa compone un capítulo distinto dentro de una misma historia, en la que tradición y modernidad se encuentran en equilibrio.
Curaduría de piezas y espíritu cosmopolita
Fiel a su sello, Perifio Interiors completó el proyecto con una selección de mobiliario y arte que trasciende modas pasajeras. Diseños daneses de mediados de siglo dialogan con cerámicas y objetos recogidos de distintas latitudes. En consecuencia, la vivienda adquiere la atmósfera de un salón privado donde cada pieza posee textura, relato y sentido.
Una lección de lujo contemporáneo
Finalmente, esta reforma demuestra que el verdadero lujo urbano no se define por la escala, sino por la calidad de los detalles y la armonía entre pasado y presente. La townhouse del Upper West Side encarna un manifiesto de sofisticación cotidiana: un lugar donde lo histórico se celebra y lo contemporáneo se diseña con maestría.