Un destino culinario imprescindible en la isla
En un rincón privilegiado del Levante mallorquín, entre acantilados dorados y pinares que abrazan el Mediterráneo, se encuentra VORO, el restaurante del chef Álvaro Salazar que ha transformado el Cap Vermell Grand Hotel en un punto de referencia gastronómico. Con dos estrellas Michelin y un prestigio que no deja de crecer, el establecimiento se ha consolidado como una parada obligatoria para quienes buscan una experiencia culinaria de máximo nivel.
Una propuesta que emociona más allá de la técnica
Desde el primer bocado, el restaurante sorprende por su capacidad para despertar emociones. Además, su cocina combina técnica depurada, memoria mediterránea y creatividad en estado puro. Cada menú —Voro y Voro Long— funciona como un viaje que recorre paisajes, tradiciones y productos mallorquines reinterpretados con sensibilidad contemporánea. Pescados de lonja, encurtidos caseros, cítricos de la isla y caldos elaborados con precisión conviven en composiciones que destacan por su coherencia y personalidad.
Álvaro Salazar, el chef que marca tendencia
Al frente de esta propuesta se encuentra Álvaro Salazar, considerado uno de los cocineros españoles con mayor proyección. Con una visión muy definida, defiende una cocina libre, voraz y honesta, un enfoque que también describe la esencia de VORO. Su minuciosa atención al detalle se refleja tanto en la presentación de los platos como en la construcción narrativa de cada menú. Asimismo, lidera un equipo joven y apasionado que apuesta por la investigación continua y el vínculo emocional con el comensal.
Un espacio sofisticado desde la tranquilidad
El interior del restaurante ofrece una interpretación moderna del lujo. Lejos de los excesos, se apuesta por un ambiente íntimo y depurado en el que predominan los tonos neutros y la iluminación cálida. De esta manera, la sala se convierte en un refugio sensorial donde el protagonismo recae en la experiencia. Las mesas amplias, la vajilla de autor y un servicio impecable refuerzan la sensación de exclusividad serena.
La bodega, un universo que acompaña y eleva
Por otra parte, la selección de vinos de VORO es uno de sus grandes atractivos. Su bodega reúne etiquetas internacionales, añadas históricas y producciones artesanales que dialogan con los matices de la cocina de Salazar. Los maridajes, calculados con gran precisión, acompañan cada fase del menú, desde los entrantes más sutiles hasta los postres cargados de aromas frescos y notas cítricas.
Un futuro que se escribe desde la exigencia
Finalmente, el objetivo del equipo de VORO no es únicamente mantener los reconocimientos obtenidos, sino seguir evolucionando. Nuevos productos, técnicas y enfoques narrativos se incorporan continuamente a su investigación culinaria. La ambición de Salazar no se centra en los premios, sino en impulsar una propuesta honesta, mediterránea y capaz de sorprender incluso a los comensales más experimentados.
Su mezcla de creatividad, identidad local y lujo contemporáneo lo convierten en un auténtico templo culinario dentro de la isla. En un entorno donde naturaleza y sofisticación se dan la mano, este restaurante es mucho más que un lugar donde comer: es un viaje emocional que redefine la alta cocina mallorquina.
