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El arte de descansar en el corazón de Sudáfrica

POR REDACCIÓN

En los valles vinícolas de Franschhoek, a apenas una hora de Ciudad del Cabo, se esconde Sterrekopje, un santuario de lujo consciente que invita a viajar no solo a un lugar, sino también hacia uno mismo. Enclavado en cincuenta hectáreas de tierras biodinámicas y custodiado por las montañas, este retiro redefine el concepto de escapada exclusiva.

Sterrekopje no es un hotel convencional ni un spa tradicional. Se trata de una finca histórica del siglo XVII transformada en lo que hoy se denomina healing farm, una granja curativa concebida para reconectar con la naturaleza y con el ritmo propio de cada viajero. La llegada, casi secreta, entre caminos de grava y flores silvestres, prepara a los visitantes para lo que será una experiencia profunda, de calma y transformación.

Los alojamientos: santuarios en la naturaleza

La finca cuenta con once refugios únicos, denominados santuarios y suites. Cada uno de ellos ha sido diseñado individualmente para ofrecer una atmósfera particular, con interiores concebidos por el diseñador Gregory Mellor, donde conviven murales artísticos, mobiliario artesanal y detalles que oscilan entre lo rústico y lo sofisticado.

Existen tres categorías de estancia. Los Intimate Sanctuaries, más acogedores e ideales para quienes buscan privacidad y calor de hogar; los Abundant Sanctuaries, rodeados de jardines y con terrazas abiertas a la naturaleza; y las Rejuvenating Suites, amplias y pensadas para largas estancias, con espacios de estar, baños luminosos y rincones de contemplación. Todas las opciones promueven el descanso profundo y la intimidad, difuminando los límites entre interior y exterior.

Qué hacer y qué visitar

La vida en Sterrekopje gira en torno a rituales y ritmos conscientes. Cada huésped recibe un ritual diario incluido en la estancia, que puede consistir en un masaje, una sesión de sonido o un tratamiento holístico. Además, se ofrecen actividades como yoga matutino, talleres de cerámica o panadería, caminatas por la finca y clases de arte en su propio atelier.

Los jardines y huertos son un universo en sí mismos: más de sesenta especies de plantas conviven en armonía, desde hierbas medicinales hasta flores comestibles que se utilizan en la cocina del lugar. Los espacios como la Bath House, The Soul Shed o el Herbal Apothecary permiten experimentar la fusión de naturaleza, creatividad y bienestar.

Franschhoek: la joya vinícola de Sudáfrica

Más allá del retiro, merece la pena dedicar tiempo a descubrir Franschhoek, considerado el epicentro gastronómico y cultural de Sudáfrica. Fundada por colonos hugonotes franceses en el siglo XVII, esta localidad conserva un aire europeo en plena África, con calles arboladas, galerías de arte y casas históricas.

Entre las experiencias imprescindibles se encuentran:

El Wine Tram, un tranvía pintoresco que recorre las principales bodegas del valle y permite disfrutar de catas en un ambiente relajado.

Las bodegas boutique, que producen algunos de los mejores vinos del país, en particular el reconocido método cap classique, la versión sudafricana del champán.

La oferta gastronómica, con restaurantes de alta cocina como La Petite Colombe o Le Coin Français, que figuran en los rankings internacionales.

Las galerías de arte y tiendas de diseño, donde se mezclan piezas africanas contemporáneas con artesanía local.

Excursiones a las montañas y reservas naturales cercanas, ideales para el senderismo, la fotografía o simplemente para contemplar la belleza del valle desde sus miradores.

Franschhoek combina sofisticación cosmopolita con hospitalidad rural, y es el complemento perfecto a la calma introspectiva que ofrece Sterrekopje.

Gastronomía y filosofía

La propuesta culinaria es otro de los pilares de Sterrekopje. Todo gira en torno al concepto de la tierra a la mesa: ingredientes cultivados en la propia finca, panes horneados a diario, aceite de oliva local y platos que reflejan la estación. Las comidas son un acto compartido, donde se celebra la abundancia natural con creatividad y sencillez.

Más allá de la gastronomía, el espíritu del lugar se centra en la regeneración. La finca trabaja con prácticas agrícolas sostenibles que respetan la biodiversidad, y el turismo que promueve busca dejar una huella positiva en el entorno y en quienes lo visitan.

Una experiencia exclusiva

Hospedarse en Sterrekopje es formar parte de un club íntimo y selecto. Las tarifas, que rondan los 1.900 dólares por noche, incluyen alojamiento, todas las comidas y bebidas, un ritual diario y la participación en las actividades grupales. No se trata de una simple estancia de lujo, sino de un viaje transformador donde cada detalle ha sido cuidadosamente diseñado para invitar a la calma, la inspiración y el renacimiento personal.

La mejor época para visitar es entre octubre y marzo, cuando los paisajes del valle se muestran en su máximo esplendor. Reservar con antelación es imprescindible, dada la exclusividad y el número limitado de alojamientos.

Un lujo diferente

Sterrekopje no está pensado para quienes buscan unas vacaciones convencionales, sino para quienes desean detenerse, respirar y reconectar. Es un refugio perfecto para viajeros que valoran la belleza, la privacidad, el arte y la naturaleza en equilibrio con un concepto elevado de bienestar. Un lugar donde el lujo ya no se mide solo en comodidades, sino en la calidad del tiempo, en la profundidad de las experiencias y en el poder de volver a uno mismo.

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