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Alchemist: La revolución gastronómica de Copenhague

POR REDACCIÓN

Una puerta hacia lo inesperado

En el corazón de Refshaleøen, un antiguo barrio industrial de Copenhague, se encuentra Alchemist, el restaurante que ha redefinido lo que significa la alta cocina contemporánea. Para comenzar, la experiencia inicia incluso antes del primer bocado: tras atravesar unas puertas de bronce de dos toneladas, los comensales se adentran en un universo teatral. El edificio, que alguna vez fue el taller de escenografía del Teatro Real Danés, revela desde el inicio que aquí nada será convencional.

Por consiguiente, la sala principal sorprende con una cúpula monumental inspirada en planetarios. Allí, proyecciones inmersivas y efectos sonoros suspenden la realidad, convirtiendo la cena en un espectáculo sensorial que trasciende la gastronomía.

Holistic cuisine: más allá de la mesa

Rasmus Munk, chef y creador de Alchemist, ha acuñado el concepto de holistic cuisine, una propuesta que fusiona arte, ciencia, filosofía y activismo social. En lugar de limitarse a encantar el paladar, cada uno de los hasta cincuenta impressions —como él denomina a sus creaciones— busca despertar reflexión.

De esta manera, un delicado gel de ojo de bacalao con caviar, presentado como pupila, invita a pensar en la vigilancia digital. Asimismo, un helado de sangre de cerdo abre la conversación sobre nuevas formas de alimentación sostenible, mientras que una mariposa liofilizada alude a la fragilidad de la biodiversidad. Así, en Alchemist, el lujo se convierte en el privilegio de la conciencia.

Entre arte y gastronomía

El carácter multidisciplinar es otro de los pilares del restaurante. Además de cocineros, el equipo incluye artistas visuales, diseñadores industriales, guionistas y técnicos de sonido. Gracias a esta visión integral, cada detalle está cuidadosamente coreografiado: desde la danza contemporánea que recibe al visitante hasta los recorridos por salas temáticas que culminan en un espacio lúdico con piscina de pelotas.

En consecuencia, la experiencia no es únicamente culinaria, sino también narrativa. El servicio, siempre discreto, se ajusta a un manual de más de cien páginas y está diseñado para no interferir, sino para guiar de manera invisible la travesía sensorial.

Reconocimientos y exclusividad

El prestigio de Alchemist ha sido ampliamente reconocido. Por un lado, ostenta dos estrellas Michelin que certifican su excelencia técnica. Por otro lado, en 2025 alcanzó el quinto puesto en The World’s 50 Best Restaurants, consolidándose como uno de los templos de la gastronomía mundial. Asimismo, medios internacionales como The New Yorker lo han descrito como el restaurante más buscado del planeta.

Además, la exclusividad forma parte de su esencia. Solo se puede acceder mediante un sistema de tickets que se liberan trimestralmente, lo que genera listas de espera que se extienden durante meses. El precio, cercano a setecientos dólares por persona sin incluir maridaje, confirma que se trata de una experiencia reservada para quienes buscan algo verdaderamente único.

Un lujo del futuro

En última instancia, Alchemist no es simplemente un restaurante, sino un espejo de nuestro tiempo. Frente a la idea tradicional del lujo entendido como exceso, Rasmus Munk propone un nuevo paradigma: el lujo de pensar, de sentir y de comprometerse.

Allí, bajo una cúpula estelar y entre bocados imposibles, los comensales no solo degustan un menú, sino que participan en un diálogo sobre sostenibilidad, ética y placer. Es, sin duda, un lujo intelectual y sensorial que muy pocos podrán vivir, pero que inspira a toda una generación de chefs y soñadores en todo el mundo.

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