“Quedarse en verano en Madrid es un castigo” y yo concluyo “castigo sí, pero divino”
Los que somos “de aquí” estamos deseando que nos den los 1 o 15 de julio o agosto para, como en las road movies americanas, llenar frenéticamente el maletero con todo lo que pillemos y poner la proa del SUV (en Madrid ya solo se venden SUV) en dirección a levante.
Pues no, este año no, este verano me quedo en Madrid para saber qué se siente ¿las razones? ¡ahí van 10!
1- Quiero saber lo que se siente dejando el coche donde quiera y además sin poner el ticket SER, una sensación desconocida, trasgresora, de outsider, de atracador de bancos, y es que pocas cosas funcionan mejor en Madrid que el Servicio de Estacionamiento Regulado, que perfección, creo que los técnicos deben de ser suizos.
2- Quiero disfrutar de un Negroni en alguna de las maravillosas azoteas de Madrid: Ginko, Picalagartos, Insólito o el Urban, ejemplos de las muchas terrazas en las que se hace evidente eso de que “de Madrid al cielo”, sobre todo cuando te has tomado unos vasos y te asomas por la barandilla.
3- Quiero saber lo que se siente pudiendo elegir aparcamiento en el barrio de Salamanca, las letras, opera o palacio. Zonas que habitualmente tienen más tráfico que “threads” la nueva red social de Meta.
4- Quiero ver las fiestas de la Paloma, San Lorenzo y San Cayetano, que según dicen de éste último hay muchos y muy buenos feligresías en Madrid.
5- Quiero ir a cenar al Hipódromo y apostar a los caballos, por cierto, si alguien sabe cómo se hace que me escriba por privado.
6- Quiero ir al restaurante que me apetezca, sin reserva y encima elegir mesa ¿os imagináis? Como Tony Soprano cuando llegaba al Vesubio ¡que poderío!
7- Quiero entrar en algún centro comercial y que me atiendan dos vendedores a la vez porque están aburridos y necesitan hablar con alguien.
8- Quiero saludar al desconocido con el que me cruzo porque hace ya cinco minutos que no me cruzo con nadie.
9- Quiero ir al cine y pasar frío, pero frío de verdad, de guantes y bufanda.
10- Y sobre todo no quiero votar por correo, quiero votar metiendo el sobre en la urna.
Por estos motivos y muchos más este verano me quedo en Madrid, ya os contaré.