El alma salvaje de Asturias

En el corazón de la Cordillera Cantábrica, el Parque Natural de Somiedo se revela como uno de los rincones más cautivadores del norte de España. Este enclave, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, representa la perfecta armonía entre naturaleza y tradición.

En otoño, sus montañas se transforman en un lienzo de tonos ocres, dorados y carmesíes que parecen pintados por la luz del atardecer. Sus valles y lagos glaciares, envueltos en un silencio casi sagrado, ofrecen una experiencia sensorial única para quienes buscan lujo natural y autenticidad.

El arte de desconectar

Mientras las hojas cubren los senderos y el aire se impregna de humedad y frescura, Somiedo invita a caminar sin prisa. Sus rutas, como la que conduce a los Lagos de Saliencia, serpentean entre hayedos y robledales, guiando al viajero hacia panorámicas que roban el aliento.

Asimismo, las antiguas brañas —pastizales de montaña donde aún se alzan los tradicionales “teitos”, cabañas con techumbre vegetal— transportan a otra época, una donde el tiempo parecía detenerse. Aquí, desconectar significa reconectar: con la tierra, con el ritmo natural, con uno mismo.

Otoño: el momento perfecto

No es casualidad que el otoño sea la estación más mágica para visitar Somiedo. En primer lugar, la afluencia turística disminuye, devolviendo al parque su calma original. Además, las temperaturas suaves y la luz dorada de la estación realzan la belleza del paisaje, creando una atmósfera casi cinematográfica.

Por otra parte, la fauna se muestra más activa: no es extraño avistar ciervos, corzos o incluso el majestuoso oso pardo cantábrico, símbolo de esta tierra indómita.

Dónde alojarse: lujo entre montañas

Para completar esta experiencia exclusiva, una opción destacada es Coronel Somiedo By Unusual Hotels, un alojamiento singular que combina diseño contemporáneo, confort y sostenibilidad. Integrado en el entorno natural, cada detalle está pensado para ofrecer descanso, bienestar y conexión con el paisaje.

Despertar con vistas a los bosques, disfrutar de una cena elaborada con productos locales o relajarse en una habitación donde la piedra y la madera dialogan con el silencio son placeres que definen el verdadero lujo de Somiedo.

Además, en los alrededores pueden encontrarse casas rurales premium y pequeños hoteles boutique que ofrecen servicios personalizados, spa con vistas a la montaña y gastronomía de autor basada en los sabores asturianos.

El sabor de lo auténtico

Tras una jornada de senderismo o contemplación, nada mejor que refugiarse junto al fuego, con un plato de fabada asturiana, un guiso de caza o una copa de sidra artesanal. La hospitalidad de sus gentes y la excelencia de su cocina completan una experiencia que va más allá del turismo: se trata de vivir Asturias desde el alma.

Lujo sostenible y discreto

En un mundo acelerado, Somiedo encarna una nueva forma de lujo: el del tiempo, el silencio y la sostenibilidad. No hay boutiques ni escaparates, pero sí una riqueza inagotable de aire limpio, cielos estrellados y tradiciones que resisten al paso del tiempo.

Aquí, la exclusividad se mide en autenticidad y la elegancia, en la simplicidad de lo esencial.

Un destino para recordar

Visitar el Parque Natural de Somiedo en otoño es adentrarse en un escenario donde la naturaleza dicta las reglas y la belleza se descubre sin artificios. Es el destino ideal para quienes buscan un retiro sofisticado, íntimo y profundamente natural.