Un enclave único en Hardangerfjord
Enclavado en las aguas frías y transparentes del fiordo de Hardanger, en el oeste de Noruega, se alza Iris, un restaurante flotante situado en el interior de una imponente esfera plateada llamada Salmon Eye. Con un diseño futurista digno de una película de ciencia‑ficción, esta instalación artística pesa más de 1.200 toneladas y está recubierta por miles de piezas metálicas que simulan las escamas de un salmón, haciéndola visible incluso desde imágenes satelitales de Google Earth. Desde lejos, podría confundirse con un ovni, evocando sensaciones entre extrañas y cautivadoras.
Esta joya arquitectónica fue diseñada por los daneses de Kvorning Design & Communication, mientras que su interior fue creado por Norm Architects, quienes combinaron elementos cálidos —madera de nogal, alfombras suaves y mobiliario orgánico— con la fría curvatura metálica, generando un espacio acogedor dentro de esa “nave espacial”. Salmon Eye no es solo un restaurante: también funciona como centro de información y sensibilización sobre acuicultura y sostenibilidad.
La travesía: una auténtica expedición gastronómica
El viaje a Iris no es convencional: los comensales parten en barcos eléctricos desde Rosendal, atravesando silenciosas aguas noruegas hasta la pequeña isla de Snilstveitøy, donde la chef danesa Anika Madsen da la bienvenida con un refrigerio de mar y bosque. Desde allí continúa la travesía hacia la estructura flotante, donde comienza la experiencia sensorial: primero una proyección submarina que alerta sobre el problema del desperdicio alimentario, luego el comedor con panorámicas inolvidables del fiordo, las montañas y glaciares circundantes.
La duración total de esta experiencia es de cerca de seis horas, una verdadera “expedición gastronómica” que involucra la naturaleza, la arquitectura y un discurso medioambiental. Se trata de una vivencia completa, no un simple menú.
Menú y filosofía culinaria
El corazón de la experiencia es un menú de degustación cerrado de 18 platos, ideado por Anika Madsen, quien previamente fue chef en renombrados restaurantes de Copenhague como Formel B y Fasangården. Su pasión por los ingredientes marinos y su compromiso con la sostenibilidad se traducen en creaciones que destacan ingredientes locales e innovadores, como algas, erizo de mar, micelio de hongos e incluso proteínas de insectos, todo buscando un enfoque más ecológico de la gastronomía.
El menú busca contar una historia: advierte sobre los desafíos de los sistemas alimentarios globales y propone soluciones a través de la innovación culinaria. Ejemplos destacados incluyen una tagliatelle de sepia noruega con salsa de kelp, apionabo y mantequilla de fresa, y un salmón frito con algas y micelio.
El precio base es de 3 200 coronas noruegas (aprox. 285–300 €), al cual pueden sumarse maridajes de vino opcionales (2 500 NOK) o de bebidas sin alcohol (1 500 NOK). Cuando permite el clima, uno de los platos se prepara al aire libre en la terraza superior, frente a la majestuosa vista del fiordo.
Reconocimientos y demanda
Abrió sus puertas en junio de 2023 y fue galardonado con su primera estrella Michelin en mayo 2024, además de que su chef, Anika Madsen, fue reconocida como “Mejor Chef Joven del Año”. Su propuesta de “expedition dining” le valió atención internacional y un lugar en la lista World’s Greatest Places 2024 de TIME magazine.
Las plazas son limitadas a 24 comensales por noche, y su popularidad ha hecho que se agoten con mucha anticipación, hasta el punto de estar totalmente reservadas varios meses antes.

Sostenibilidad en el ADN
El centro Salmon Eye fue impulsado por Eide Fjordbruk, la primera granja de salmón con certificación CarbonNeutral®, lo que subraya el enfoque ecológico del restaurante. No solo se trata de la energía azul en el transporte, sino también del abastecimiento responsable de ingredientes: erizo rojo invasor, algas limpias de carbono, salmón sostenible, etc…
Este compromiso se extiende a la experiencia educativa, ya que Salmon Eye funciona como un centro interactivo que informa a los visitantes sobre acuicultura y biodiversidad marina.
Solo se aceptan reservas por correo electrónico para grupos de 2 a 6 personas, debido a la logística exigente. El restaurante cierra en diciembre y enero, los meses más fríos, y las reservas para temporadas futuras suelen abrir con varios meses de antelación.
Iris es mucho más que un restaurante; es una obra maestra arquitectónica, un proyecto gastronómico y un manifiesto ecológico. Cada elemento —barco eléctrico, estructura orbicular, menú de 18 platos, ingredientes locales— contribuye a una narrativa coherente sobre la sostenibilidad y la innovación en la cocina contemporánea.
Su estrella Michelin, su reconocimiento global y el exigente proceso de reserva reflejan una experiencia excepcional y muy demandada. Para quienes buscan una aventura culinaria memorable, en medio de uno de los escenarios naturales más sobrecogedores del planeta, Iris representa una cita ineludible con la alta cocina del futuro.