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Gante, la ciudad flamenca que conquista al viajero

POR REDACCIÓN

En el mapa del turismo europeo, Gante suele permanecer en un discreto segundo plano frente a sus vecinas Bruselas o Brujas. Sin embargo, esta ciudad flamenca sorprende a quien la visita con su mezcla perfecta de pasado medieval, innovación contemporánea y un ritmo de vida elegante pero relajado. A diferencia de otras capitales más saturadas, Gante ofrece autenticidad, belleza arquitectónica y una creciente escena cultural y gastronómica que la convierten en uno de los destinos más interesantes del momento.

Un centro histórico que late entre siglos

Para comprender el carácter de Gante hay que empezar por su centro histórico, uno de los mejor conservados de Europa. La Catedral de San Bavón guarda una de las obras maestras del arte flamenco: La Adoración del Cordero Místico, de los hermanos Van Eyck. Más allá del valor artístico, este políptico ha sobrevivido guerras, robos y censura, convirtiéndose en símbolo de identidad local.

Muy cerca se alza la Torre Belfort, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que en la Edad Media anunciaba las decisiones del gobierno ciudadano. Hoy, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Este punto marca el inicio de la llamada “Edad de Oro de Gante”, cuando fue uno de los centros textiles más ricos de Europa.

El Graslei y Korenlei: el alma junto al río

A medida que el visitante se aproxima al río Lys, el paisaje se transforma. Las fachadas gremiales del Graslei y Korenlei forman uno de los paseos más fotogénicos del continente. Aquí, la vida fluye en terrazas, barcos turísticos y puentes iluminados al anochecer.

En este punto, es fácil entender por qué Gante no pretende competir con el turismo masivo: su belleza se disfruta con calma. Además, la ciudad ha sido premiada por sus políticas de sostenibilidad urbana, convirtiéndose en referente europeo.

El Castillo de los Condes: poder y leyenda

Justo en el corazón del casco urbano se alza el Castillo de los Condes de Flandes (Gravensteen), una fortaleza del siglo XII prácticamente intacta. Este castillo no solo narra la historia militar de la región, sino también la evolución del poder político y social.

Hoy funciona como museo, pero conserva su presencia imponente sobre los canales. Su visita permite adentrarse en salas medievales, mazmorras y murallas que hablan de alianzas, batallas y traiciones.

Arte contemporáneo y vida universitaria

Aunque su herencia medieval es indiscutible, Gante vive plenamente en el siglo XXI. La ciudad posee una de las comunidades universitarias más activas de Bélgica, lo que ha impulsado una efervescente escena cultural.

El S.M.A.K. (Museo Municipal de Arte Contemporáneo) es uno de los más influyentes del país, con exposiciones audaces y colecciones de artistas europeos emergentes. Asimismo, el Design Museum Gent fusiona historia y diseño en un edificio renovado que simboliza el diálogo entre tradición e innovación.

Gracias a estos espacios, Gante se posiciona como laboratorio creativo en Flandes.

Dónde alojarse: lujo y elegancia en el 1898 The Post

Para quienes buscan una experiencia de alto nivel, el hotel 1898 The Post es la opción perfecta. Ubicado en el antiguo edificio postal de la ciudad, este hotel boutique de cinco estrellas ofrece una atmósfera íntima y sofisticada.

Sus habitaciones, llamadas “Letters” o “Envelopes”, combinan diseño clásico, materiales nobles y vistas privilegiadas al río Lys. Cada espacio ha sido restaurado respetando la arquitectura original, con techos altos, chimeneas y detalles artesanales.

Paseos alternativos: del barrio Patershol a la noche iluminada

Aunque el centro concentra gran parte del patrimonio, Gante también seduce en sus rincones menos turísticos. El barrio de Patershol, con calles estrechas y casas bajas, fue antiguamente zona artesanal y hoy alberga restaurantes de autor y galerías de arte.

Por la noche, la ciudad revela otra faceta: el proyecto de iluminación urbana de Gante ha ganado premios internacionales por su diseño sostenible y estético. Gracias a él, pasear al anochecer se convierte en una experiencia visual única, lejos del bullicio.

Gante es el lujo de lo auténtico

Más que un destino, Gante es una experiencia cultural completa. Combina arte, historia, gastronomía y hospitalidad bajo una estética impecable y una identidad sólida. Es una ciudad que no necesita gritar para brillar; seduce con inteligencia, belleza y elegancia discreta.

En un momento en el que el viajero premium busca autenticidad sin renunciar al confort, Gante emerge como la gran revelación de Flandes. Un lugar donde el pasado y el presente conviven con naturalidad, y donde cada rincón invita a quedarse un poco más.

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