Un lago que desafía la imaginación
En la remota Middle Island, frente a la costa sur de Australia Occidental, se esconde uno de los tesoros más singulares del planeta: el Lago Hillier, una joya líquida de un rosa vibrante que parece sacada de una paleta surrealista.
Descubierto en 1802 por el navegante británico Matthew Flinders, este fenómeno natural ha intrigado durante más de dos siglos tanto a exploradores como a científicos. Hoy, se erige como un destino soñado para los viajeros más curiosos y exigentes.
Desde el aire, la visión resulta hipnótica: una mancha magenta rodeada de dunas doradas, bosques de eucaliptos y el azul profundo del océano Índico. Así, el contraste convierte al lago en un espectáculo visual inolvidable.
El secreto detrás del color
Ahora bien, ¿qué explica esta tonalidad tan sorprendente? El rosa del Lago Hillier no es un efecto óptico, sino el resultado de una comunidad de microorganismos que prosperan en aguas hipersalinas. En particular, la microalga Dunaliella salina y la bacteria Salinibacter ruber producen pigmentos carotenoides que tiñen el agua de forma permanente.
En consecuencia, incluso cuando se extrae en un recipiente, el agua mantiene su color característico. Este detalle, sin duda, refuerza el halo de misterio que envuelve al lago y lo convierte en un laboratorio natural para estudiar formas de vida extremas.
Un destino exclusivo y de ensueño
Por otra parte, el Lago Hillier no es fácilmente accesible, lo que incrementa su carácter exclusivo. No existen rutas terrestres para llegar a sus orillas: la manera más habitual de contemplarlo es desde el aire, en vuelos escénicos que parten de Esperance, o a través de cruceros selectos que bordean Middle Island.
Precisamente por esa dificultad de acceso, el lago se ha consolidado como un destino de lujo experiencial, reservado para quienes buscan vivencias únicas fuera de los circuitos turísticos tradicionales. En 2024, fue reconocido como uno de los lugares más «otherworldly» del mundo, es decir, un enclave que parece no pertenecer a este planeta.
Dónde alojarse con estilo
El viaje hacia el Lago Hillier se completa con una estancia en hoteles de alta gama que elevan la experiencia a un nivel superior.
En Esperance, el Esperance Island View Apartments ofrece un alojamiento cinco estrellas frente al mar, con apartamentos de diseño contemporáneo y vistas espectaculares a las islas del archipiélago Recherche. Su ambiente íntimo y su atención personalizada lo convierten en una elección ideal para viajeros que buscan privacidad y confort.
Otra opción destacada es el Comfort Inn Bay of Isles, considerado uno de los alojamientos de referencia en la región. Este hotel de lujo combina elegancia moderna con servicios de primera categoría, incluyendo restaurante gourmet, piscina exterior climatizada y habitaciones con terrazas privadas. Desde aquí, resulta sencillo coordinar vuelos panorámicos hacia Middle Island.
Entre la ciencia y la poesía
Por último, el Hillier es mucho más que un fenómeno visual: representa un puente entre ciencia y poesía. Desde el punto de vista científico, constituye un ecosistema privilegiado para investigar microorganismos que podrían tener aplicaciones en biotecnología e incluso en la exploración espacial.
Desde la perspectiva estética, en cambio, se erige como un escenario onírico, un lienzo natural que emociona por su color imposible. En definitiva, el Lago Hillier nos recuerda que la naturaleza sigue siendo capaz de sorprendernos con su creatividad infinita.
En un mundo donde la originalidad se valora más que nunca, este lago se alza como un auténtico símbolo de lujo natural. Un escenario único que invita a soñar… en rosa.