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Dom Pérignon x Murakami: Champán de colección

POR REDACCIÓN

Una fusión entre tradición y vanguardia

Dom Pérignon vuelve a situarse en el centro del lujo contemporáneo con una colaboración sorprendente. Takashi Murakami, el artista japonés más pop del momento, firma una nueva edición limitada que celebra la creatividad, el color y la efervescencia de la vida.

Por un lado, la maison aporta su savoir-faire centenario. Por otro, Murakami inyecta su universo visual lleno de flores sonrientes y energía lúdica. Así, ambos mundos se encuentran en un punto común: la búsqueda de la belleza a través del detalle. El resultado es un diálogo perfecto entre la elegancia clásica y la irreverencia pop japonesa.

Dos ediciones, una experiencia única

En esta ocasión, Dom Pérignon presenta dos versiones exclusivas: Vintage 2015 y Rosé Vintage 2010. Cada una se viste con el inconfundible arte de Murakami, que convierte las botellas en auténticas piezas de colección.

Las flores multicolores, símbolo de alegría y optimismo, se despliegan sobre el fondo negro característico de la maison. Así se logra un equilibrio entre sobriedad y exuberancia. Además, los estuches se conciben como piezas modulares. Esto permite combinarlos y crear un mural floral digno de cualquier galería contemporánea.

La naturaleza como punto de encuentro

Según Dom Pérignon, esta colaboración parte de una idea común: la naturaleza. Para la maison, es el origen del champán. Para Murakami, la inspiración de su arte.

Dom Pérignon transforma la uva y el terroir en una experiencia líquida. Murakami, en cambio, convierte la energía vital en color, forma y movimiento.
“Mi objetivo es seguir siendo relevante dentro de 100 o 200 años y que las personas del futuro, al ver la etiqueta, puedan reimaginar 2025 en sus propias mentes”, afirma el artista.

En efecto, esta cita resume la esencia del proyecto: trascender el presente y convertir cada botella en una cápsula del tiempo.

Un lanzamiento que se vive como arte

Más allá del diseño, la experiencia se expande. En Madrid, Dom Pérignon inauguró un espacio efímero en la Calle Barquillo 13. Allí, arte, gastronomía y champán se fusionaron en una propuesta inmersiva.

Las notas de cata también reflejan esta dualidad. El Vintage 2015 muestra una personalidad firme y estructurada. El Rosé 2010, por su parte, expresa una intensidad audaz y sensual. Ambas versiones invitan a disfrutar con los sentidos, pero también con la imaginación.

El lujo como experiencia cultural

Hoy, el lujo ya no se mide solo por el precio, sino por la experiencia que provoca. En este sentido, Dom Pérignon x Murakami representa esa nueva era. La botella deja de ser un simple recipiente. Se convierte en un objeto artístico, en una historia líquida que se comparte.

Así, el lujo contemporáneo se redefine. No se trata solo de posesión, sino de emoción. De vivir algo irrepetible. Con esta edición limitada, Dom Pérignon demuestra que la verdadera exclusividad está en unir el arte, la técnica y la sensibilidad. Porque al final, el brindis más memorable es aquel que también celebra la creatividad.

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