En el exclusivo universo de la alta relojería, pocas firmas logran combinar vanguardia estética y precisión mecánica con tanta naturalidad como Cyrus Watches. Desde su fundación en 2010, esta manufactura suiza ha cultivado una reputación impecable gracias a su audacia creativa y su compromiso con la independencia. A diferencia de otras casas históricas, Cyrus no busca el pasado como fuente de legitimidad, sino que reinventa la tradición a través de una visión contemporánea, casi futurista.
Una identidad marcada por la innovación
Desde sus primeros modelos, la firma se distinguió por una característica que se ha convertido en su sello: la doble corona funcional. Esta singularidad, lejos de ser un mero capricho estético, permite una interacción más intuitiva con las complicadas funciones del reloj. De hecho, cada pieza de Cyrus parece diseñada para desafiar las convenciones, equilibrando una arquitectura audaz con una mecánica de precisión impecable.
Por otra parte, el compromiso con la innovación no se limita al diseño exterior. En el corazón de cada reloj late un movimiento manufactura propia, ensamblado con meticulosa artesanía en los talleres suizos de la marca. Así, cada detalle, desde el acabado satinado de la caja hasta la disposición tridimensional de las esferas, refleja un dominio técnico que solo unas pocas manufacturas independientes pueden ostentar.
Klepcys: una colección que encarna el espíritu Cyrus
Entre sus creaciones más emblemáticas destaca la colección Klepcys, una línea que sintetiza la filosofía de la marca: sofisticación, modernidad y exclusividad. El modelo Klepcys Moon Red Gold & Black DLC Titanium, por ejemplo, combina materiales nobles como el oro rojo de 18 quilates y el titanio tratado con DLC negro, logrando una estética de contrastes elegantes y poderosos.
Asimismo, su movimiento CYR598, compuesto por 390 elementos, ofrece funciones únicas como horas retrógradas y fases lunares tridimensionales. Gracias a esta complejidad mecánica, Cyrus demuestra que la innovación no está reñida con la poesía visual, sino que puede convertirse en su mejor aliada.
Exclusividad y arte en cada detalle
No obstante, lo que verdaderamente distingue a Cyrus es su visión artística del tiempo. La marca produce apenas unas 600 piezas al año, lo que convierte a cada reloj en una obra irrepetible. Este enfoque limitado no solo realza su valor, sino que subraya su independencia en un sector dominado por grandes conglomerados.
Además, Cyrus apuesta por materiales sostenibles y procesos éticos de producción, un detalle que, aunque discreto, añade coherencia y responsabilidad a su filosofía de lujo contemporáneo.
El futuro de una manufactura independiente
En última instancia, Cyrus Watches representa el nuevo paradigma de la relojería suiza: una casa joven, valiente y fiel a su esencia. Mientras otras firmas miran hacia el pasado, Cyrus mira hacia adelante, reinterpretando la elegancia con tecnología, arte y emoción.
Así, con cada tic-tac de sus sofisticados mecanismos, la marca no solo mide el tiempo, sino que lo transforma en experiencia, en emoción y, sobre todo, en arte.

