ntre acantilados verdes y un mar esmeralda, se alza un destino que fusiona el lujo urbano con la naturaleza salvaje. Bienvenidos a Balneário Camboriú, el Mónaco brasileño donde las torres de cristal se convierten en templos del hedonismo contemporáneo.
Una joya vertical en el sur de Brasil
Ubicada en el estado de Santa Catarina, Balneário Camboriú ha pasado de ser un discreto balneario del sur a convertirse en símbolo máximo del lujo vertical latinoamericano. Con algunos de los rascacielos residenciales más altos del hemisferio sur, esta ciudad costera ha ganado notoriedad entre empresarios, celebridades y visionarios del diseño.
Desde el cielo, Camboriú es un espectáculo de arquitectura moderna bordeando una playa en forma de media luna. Desde la tierra, es una ciudad vibrante, con gastronomía internacional, marinas privadas y un skyline que rivaliza con ciudades como Dubái y Miami.
La villa del siglo XXI: áticos suspendidos sobre el Atlántico
Aquí, el concepto de villa se transforma: no hablamos de casas a pie de playa, sino de residencias de lujo elevadas a más de 200 metros sobre el nivel del mar, con vistas de 360 grados a océano, selva y ciudad.
Estas “villas verticales” incluyen:
Piscinas climatizadas en terrazas privadas con vidrio envolvente y tecnología de control solar.
Elevadores con acceso biométrico directo al salón principal.
Cavas climatizadas y cocinas gourmet firmadas por chefs como Alex Atala o Helena Rizzo.
Algunas unidades llegan a superar los 1.000 m², con domótica completa y certificaciones LEED Platinum.
La ciudad que nunca duerme… pero lo hace con estilo
Camboriú no solo se ve bien, también se vive bien. El paseo marítimo, totalmente rediseñado en 2022, ofrece una experiencia peatonal entre palmeras, fuentes iluminadas y esculturas interactivas. Por la noche, clubes privados como Green Valley Beach Club o Pacha Camboriú reúnen a la élite sudamericana para veladas memorables.
Los amantes del bienestar encuentran en Infinity Spa tratamientos con ingredientes amazónicos, mientras que los gourmets se deleitan con menús degustación en terrazas con vista a la luna atlántica.

Inversión, exclusividad y sostenibilidad
Las cifras también impresionan: el metro cuadrado en algunos edificios de Camboriú supera ya los 20.000 dólares, y la demanda sigue creciendo. Promotoras de renombre como FG Empreendimentos o Pasqualotto & GT están redefiniendo los estándares del lujo residencial, integrando tecnología solar, jardines verticales y materiales reciclados de alto diseño.
Pero Camboriú va más allá del lujo ostentoso: su nuevo código urbano prioriza la sostenibilidad, la reforestación de morros y la recuperación de zonas marinas.
El nuevo skyline del deseo
Camboriú es un fenómeno único: un punto de encuentro entre lo urbano y lo salvaje, lo elevado y lo elemental. Es una ciudad que ha entendido que el lujo del futuro no está en lo plano, sino en lo vertical. En las alturas, donde el océano es arte mural y el confort, un manifiesto.
Para los que buscan no solo un refugio, sino una declaración de estilo de vida, Camboriú ya no es una promesa: es un manifiesto hecho de vidrio, acero y mar.