El grupo químico alemán Basf ha recortado este viernes sus previsiones para 2025 a cuenta de la «incertidumbre macroeconómica y geopolítica» creada por los aranceles anunciados en abril por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La compañía ha anticipado que el resultado bruto de explotación (Ebitda) antes de atípicos esté entre los 7.300 y 7.700 millones de euros, esto es 700 millones menos que lo proyectado en su informe anual de 2024 para ambos extremos de la horquilla
No obstante, el ‘cash flow’ se mantendrá inalterado entre los 400 y 800 millones de euros por, entre otras razones, el menor gasto en alquileres, equipamientos y activos intangibles.
Basf ha achacado estas circunstancias a un menor crecimiento del PIB y de la producción industrial y química. Además, el ajuste se explicaría también por las variaciones en la tasa de cambio y por el impacto de unos precios del petróleo más reducidos.
Asimismo, la multinacional ha publicado las cifras preliminares del segundo trimestre, para el que avanza unos beneficios netos de 80 millones de euros y unas ventas de 15.770 millones de euros, un 81,4% y un 2,1% inferiores en comparativa interanual, respectivamente.