La región francesa de Champagne es reconocida en todo el mundo como la cuna del vino espumoso más prestigioso. En este enclave, situado a poco más de una hora de París, la tradición vitivinícola ha sido cultivada durante siglos y continúa siendo admirada por viajeros y expertos. Sus colinas suaves, sus viñedos interminables y su legado histórico son apreciados como elementos esenciales de un territorio donde la excelencia ha sido convertida en una forma de vida.

A medida que se recorren sus ciudades y paisajes, se descubre cómo la historia ha sido escrita en cada piedra, en cada catedral gótica y en cada galería subterránea donde millones de botellas son maduradas lentamente. De este modo, el visitante es envuelto en una atmósfera en la que la artesanía y el tiempo son venerados.

Reims y Épernay: Dos joyas que son admiradas globalmente

Dentro de Champagne, las ciudades de Reims y Épernay son consideradas puntos esenciales de cualquier recorrido.

En Reims, la imponencia de la Catedral de Notre-Dame, declarada Patrimonio de la Humanidad, es contemplada por miles de visitantes cada año. Sus avenidas amplias, sus boutiques exclusivas y sus emblemáticas maisons —como Veuve Clicquot, Taittinger o Ruinart— son frecuentadas por viajeros que buscan experiencias enológicas refinadas. En estas bodegas, las catas privadas son ofrecidas con sumo cuidado y los maridajes son diseñados por expertos para revelar la complejidad del champagne.

Por otro lado, Épernay es conocida por su carácter íntimo y su elegancia discreta. Su famosa Avenue de Champagne es recorrida con admiración constante. A ambos lados de esta avenida, majestuosas mansiones del siglo XIX albergan bodegas icónicas como Moët & Chandon o Perrier-Jouët. En consecuencia, este paseo ha sido catalogado como uno de los más lujosos del mundo.

La experiencia del Champagne: Entre cavas y viñedos

Ninguna visita a la región puede ser considerada completa sin un recorrido por sus célebres cavas. Estas galerías, excavadas en tiza desde la época romana, son utilizadas para envejecimientos prolongados que permiten que cada cuvée alcance su expresión más fina. En un silencio reverencial, millones de botellas son conservadas a temperaturas constantes, lo que asegura una evolución perfecta.

Además, experiencias exclusivas son ofrecidas por numerosas maisons: maridajes gastronómicos de alto nivel, catas verticales o recorridos privados, todo ello pensado para que el visitante sea inmerso en un universo de sofisticación. Incluso, vuelos en globo sobre los viñedos son organizados, permitiendo que el territorio sea contemplado desde una perspectiva única.

Dónde alojarse: Lujo y serenidad son garantizados

La región de Champagne es también apreciada por su oferta hotelera de élite. Entre los establecimientos más destacados se encuentran:

• Royal Champagne Hotel & Spa (Épernay): Donde vistas panorámicas de los viñedos son ofrecidas y el bienestar es elevado a un nivel excepcional.
• La Caserne Chanzy Hotel & Spa (Reims): Donde la arquitectura histórica es combinada con un diseño contemporáneo de gran elegancia.
• Domaine Les Crayères (Reims): Donde un château clásico es rodeado por jardines centenarios y un restaurante con estrella Michelin es disfrutado por los huéspedes más exigentes.

Finalmente, Champagne es descrita como una región donde el lujo, la tradición y el arte de vivir francés son celebrados en cada detalle. Por ello, este destino es elegido por quienes buscan experiencias auténticas, sensoriales y profundamente refinadas.