Un clásico con alma renovada
En pleno corazón de la Parte Vieja de San Sebastián, en la calle Fermín Calbetón, se encuentra Casa Urola, un restaurante con más de seis décadas de historia que desde 2012 dirige el chef Pablo Loureiro Rodil. Bajo su batuta, el local ha sabido combinar la esencia de la tradición vasca con una visión actual y depurada de la gastronomía, conquistando a los paladares más exigentes.
La temporada de setas como ritual gastronómico
Cada otoño, cuando el monte se cubre de boletus, trompetas de la muerte o amanitas cesáreas, Casa Urola despliega un auténtico repertorio micológico. Los platos de setas se han convertido en un motivo de peregrinación para amantes de la alta cocina y del producto silvestre. Entre las propuestas destacan los hongos confitados con crema de patata y sopa de ajo, el revuelto a baja temperatura con setas de la semana o los gorringos fileteados con glaseado de pato. Cada receta ensalza la temporalidad y el sabor profundo de estos tesoros del bosque.
La brasa como sello de identidad
La parrilla de carbón vegetal es otro de los ejes fundamentales de la casa. Pescados frescos del Cantábrico y carnes de primera se preparan con la precisión que caracteriza a Loureiro. La técnica de la brasa, unida a la selección rigurosa de producto, convierte cada plato en un ejercicio de equilibrio entre rusticidad y sofisticación.
Reconocimientos y prestigio
Casa Urola figura como restaurante recomendado en la Guía Michelin y ostenta dos Soles de la Guía Repsol, además de haber recibido el Premio Euskadi de Gastronomía al Mejor Restaurador otorgado a Pablo Loureiro por la Academia Vasca de Gastronomía. Estos reconocimientos reafirman su papel como referente en el panorama gastronómico nacional.
La experiencia en sala y barra
El restaurante ofrece dos experiencias complementarias: una animada barra en la planta baja donde los pintxos fríos y calientes conviven con la tradición donostiarra, y un comedor elegante en la planta superior que invita a una experiencia más pausada y ceremonial. Allí, la cocina estacional cobra protagonismo en un ambiente íntimo, ideal para descubrir el menú micológico en todo su esplendor.
Un destino para sibaritas de temporada
Visitar Casa Urola en otoño es adentrarse en una experiencia gastronómica que rinde homenaje al bosque, a la temporalidad y a la técnica. Su propuesta micológica, reconocida por críticos y publicaciones especializadas, sitúa a este restaurante donostiarra entre los templos imprescindibles de la cocina de setas en España.