Ferrari nos invita a descubrir una nueva joya de su gama de gran turismo: el Ferrari Amalfi. Este modelo, sucesor natural del Roma, no solo hereda su espíritu sino que lo eleva significativamente gracias a mejoras profundas en diseño, prestaciones y tecnología. Así, el Amalfi se convierte en una declaración de intenciones al reafirmar la unión entre lujo, estilo y rendimiento, al mismo tiempo que anticipa la futura transición de la marca hacia los vehículos eléctricos.
De Roma a Amalfi: continuidad y renovación
El Roma se despide para dar paso al Amalfi, un coupé 2+2 con motor V8 delantero-central. Aunque las proporciones básicas recuerdan al modelo saliente, cada panel exterior ha sido rediseñado. El Centro Stile de Ferrari, bajo la dirección de Flavio Manzoni, ha apostado por líneas más limpias y volúmenes geométricos definidos que evocan los grandes turismos de los años cincuenta y sesenta, pero con un lenguaje plenamente contemporáneo. Por ejemplo, el frontal abandona la parrilla tradicional para dar paso a una franja oscura con ópticas afiladas, mientras que en la parte trasera destacan un difusor ancho, pilotos minimalistas y un alerón activo con múltiples posiciones para mejorar la estabilidad.
Motor, prestaciones y experiencia al volante
En el corazón del Amalfi late un motor V8 biturbo de 3,855 cc optimizado para entregar 640 caballos de potencia y un par de 760 Nm. Gracias a mejoras en los turbocompresores y en la gestión electrónica, el motor alcanza un régimen de 7.600 rpm y ofrece una respuesta más ágil que su predecesor. De este modo, el coche logra cifras de aceleración sobresalientes: pasa de 0 a 100 km/h en apenas 3,3 segundos y alcanza los 200 km/h en alrededor de 9 segundos, con una velocidad máxima de 320 km/h. Además, la caja de cambios automática de doble embrague con ocho marchas ha sido recalibrada para combinar suavidad en ciudad con rapidez en conducción deportiva.
Diseño interior: lujo, confort y tacto
Al abrir las puertas, el habitáculo revela un salto cualitativo notable. El diseño de doble cabina envuelve tanto al conductor como al acompañante en un entorno ergonómico y sofisticado. Tres pantallas digitales dominan la escena: un cuadro principal de 15,6 pulgadas, una central horizontal de 10,25 y otra para el pasajero de 8,8. A diferencia de modelos recientes, Ferrari ha escuchado a sus clientes y ha recuperado controles físicos en el volante, incluyendo el botón de arranque de aluminio. Los materiales combinan fibra de carbono, aluminio fresado y cuero de altísima calidad con costuras contrastadas. Por su parte, los asientos ofrecen varias configuraciones, incluso con masaje y ventilación, mientras que el sistema de sonido premium completa la experiencia.
Aerodinámica, dinámica de conducción y practicidad
El Ferrari Amalfi no solo busca emocionar en una pista, sino también acompañar en el día a día. En este sentido, incorpora un alerón trasero activo que se adapta a la velocidad y a las condiciones de la carretera. Asimismo, las suspensiones adaptativas, el ABS Evo y la dirección asistida eléctrica han sido afinados para aportar más confianza al conductor, incluso en superficies con menor adherencia. Además, con un maletero de 273 litros y dos plazas traseras funcionales, el Amalfi logra un equilibrio poco habitual entre deportividad extrema y practicidad cotidiana.
Precio, lanzamiento y lugar en la gama Ferrari
El Ferrari Amalfi ya puede reservarse en varios mercados y las primeras entregas están previstas para el primer trimestre de 2026 en Europa. El precio de partida ronda los 240.000 euros en Italia, aunque se espera que en España y otros países europeos ascienda ligeramente debido a la carga impositiva. Este modelo se ubica como el nuevo gran turismo de entrada a la gama Ferrari, menos radical que los deportivos más extremos pero más refinado y potente que el Roma, ofreciendo una puerta de acceso a un universo de lujo y rendimiento.
El significado del Amalfi para Ferrari y el mercado
Más allá de sus cifras y de su diseño, el Amalfi simboliza varios movimientos estratégicos de Ferrari. En primer lugar, redefine el lujo moderno al combinar una estética clásica con tecnología avanzada. En segundo lugar, muestra la capacidad de la marca para escuchar a sus clientes, recuperando controles físicos que muchos aficionados echaban de menos. En tercer lugar, demuestra que es posible equilibrar la potencia extrema con un confort digno de los viajes más largos. Y finalmente, representa uno de los últimos capítulos de Ferrari en el terreno de los motores de combustión antes de adentrarse de lleno en la electrificación.
El Ferrari Amalfi se presenta como mucho más que el heredero del Roma. Es un nuevo referente en el mundo de los gran turismos, una fusión de belleza, rendimiento y exclusividad. Es un automóvil que emociona tanto al observarlo en reposo como al conducirlo a toda velocidad, y que se consolida como un objeto de deseo para quienes buscan una experiencia automovilística completa, capaz de unir emoción, lujo y distinción en una misma obra maestra.