El cardigan regresa con fuerza, entre patchwork nostálgico, cashmere exquisito y una elegancia discreta.

Con la llegada del otoño, la chaqueta de punto se consolida como la prenda imprescindible del armario de transición. Sin embargo, este año no hablamos de una prenda básica, sino de una auténtica declaración de estilo. Las grandes casas de moda han elevado el knitwear a un nivel superior, combinando tradición artesanal e innovación textil. De este modo, cada pieza refleja lujo, comodidad y un lenguaje estético que trasciende las tendencias pasajeras.

Patchwork sofisticado con mirada contemporánea

En primer lugar, la estética denominada grandma-core continúa vigente, aunque ahora se viste de sofisticación. Firmas como Loro Piana y B.B. Wallace, bajo la dirección creativa de Meryll Rogge, reinterpretan el patchwork con materiales nobles como el cashmere y con costuras casi invisibles. Asimismo, las paletas cromáticas oscilan entre los tonos burdeos, verdes profundos y amarillos suaves, ofreciendo una sensación de calidez y modernidad. Cada chaqueta se convierte así en un homenaje a la nostalgia con una perspectiva actual.

El legado británico en versión cosmopolita

Por otra parte, la inspiración en la campiña inglesa se refleja en las colecciones de Louis Vuitton, Prada y Celine. Los tartanes, los tweeds y los jacquards se combinan con siluetas depuradas que conectan tradición y modernidad. En este contexto, destaca también el trabajo de Johnstons of Elgin, referencia mundial en cashmere. Su consolidación como símbolo de excelencia reafirma la vigencia de los tejidos artesanales frente a la producción industrial.

El tacto como nueva experiencia sensorial

Al mismo tiempo, el lujo de este otoño se mide por la experiencia que transmite cada prenda. No se trata únicamente de cómo se ve, sino de cómo se siente. Cividini, especialista italiano en cashmere, lidera esta tendencia con chaquetas que sorprenden por sus texturas: bouclés aterciopelados, acabados con apariencia de piel y tramas que invitan al contacto. De esta manera, la chaqueta de punto se convierte en un objeto sensorial que despierta emociones.

Quiet luxury y el poder de la sobriedad

De igual importancia es la corriente conocida como quiet luxury, que se refleja en marcas como Loro Piana y Zegna. Aquí, la chaqueta de punto se presenta sin logotipos visibles y con cortes sencillos que ponen el foco en la pureza de los materiales. Así, la discreción se transforma en sinónimo de sofisticación, mientras que la calidad de los tejidos habla por sí misma.

Marcas que marcan el rumbo de la temporada

Loro Piana, referente mundial en cashmere y en discreción elegante

Johnstons of Elgin, símbolo escocés de la tradición artesanal

Cividini, creador italiano de texturas innovadoras y técnicas únicas

St. John Knits, icono estadounidense con chaquetas de estilo refinado

Boglioli, que aporta una mirada sartorial con lavados y cortes relajados

Zegna, maestro de la sastrería que integra el punto en sus colecciones de lujo

El otoño 2025 quedará marcado por el protagonismo absoluto de la chaqueta de punto, convertida en la prenda que mejor resume la unión entre tradición, innovación y lujo discreto.