Texto: Guillermo Domínguez
Una auténtica eminencia de ese oro líquido llamado whisky. Dice que lo probó por primera vez cuando sólo tenía ocho años y, diez después, empezó a dedicarse en cuerpo y alma al estudio del destilado escocés por excelencia.
Por algo le llaman The Nose (La Gran Nariz), pues lleva casi seis décadas en la industria. Sir Richard Paterson es conocido por ser el master blender y master distiller de The Dalmore y por haber producido algunos de los whiskies más conocidos del mundo, incluyendo la celebrada The Dalmore Paterson Collection. Una auténtica eminencia del whisky (término procedente del gaélico escocés que significa ‘agua de vida’), una de las figuras más legendarias y respetadas en este mundillo que ha viajado expresamente a España para conocer la nueva tienda de The Dalmore en Madrid, concretamente en Caleido, el centro comercial situado junto a las Cuatro Torres.
Una elegante boutique -primera de la marca en Europa y segunda en el mundo tras la de Manila (Filipinas)-, que abrió sus puertas en junio pasado, aunque no ha sido inaugurada oficialmente hasta tres meses después, este pasado jueves 3 de octubre. Por supuesto, un acontecimiento de dicha magnitud merecía la presencia de todo un Sir como Paterson. Y CORPORATE estuvo presente en el evento, pudiendo degustar tres whiskys magníficos: The Dalmore 15, The Dalmore King Alexander III y The Dalmore Vintage 2005. Sencillamente espectacular…

Paterson impartió una auténtica master class, destilando -nunca mejor dicho- sabiduría y un extraordinario sentido del humor. Quizá no fuéramos conscientes, pero el grupo de periodistas hasta allí desplazados nos encontrábamos ante toda una eminencia, una auténtica institución en su Escocia natal. Salvando las distancias, casi podría decirse que estábamos ante una especie de William Wallace moderno.
Cada sorbo de las tres propuestas meticulosamente seleccionadas fue una gran experiencia, un viaje de los sentidos hacia las Highlands. Y también una odisea en el tiempo, pues el whisky The Dalmore atesora una larga historia que se remonta al año 1263, cuando el Clan Mackenzie obtuvo el derecho a utilizar el emblema del ciervo real de 12 puntas tras salvar la vida del rey Alejandro III de Escocia. Más de medio milenio después, en 1839, fue fundada la destilería The Dalmore por Alexander Matheson. Años después los descendientes del Clan se hicieron cargo de la empresa e instauraron el ya citado 12-pointed silver royal stag (ciervo real de 12 puntas) como emblema que desde entonces identifica la marca y aparece en cada una de las botellas.
El secreto (o al menos uno de ellos, seguramente el principal) está en la madera. Richard Paterson, pionero en el arte de la curación en barricas, confía en la madera como elemento que aporta singularidad a cada uno de sus whiskies y que dota de personalidad al líquido que, tiempo después, reposará durante cuatro, cinco, 12, 18 años o más en las barricas que el propio Paterson selecciona personalmente para cada uno de sus whiskies. Maderas donde antes han madurado los vinos más exclusivos del mundo. Como por ejemplo las barricas de Jerez: el master distiller escocés es un enamorado de Andalucía y, en concreto, de Jerez de la Frontera y de las bodegas González Byass, adonde viaja con cierta frecuencia buscando la mejor madera que dote del sabor más sofisticado a sus whiskies.
Pudimos comprobarlo, por ejemplo, en el último de los tres whiskies que catamos, The Dalmore Vintage 2005. Según nos contaron, un destilado “de muchos, muchísimos años”, añejado en barricas de roble americano ex bourbon, Oloroso V.O.R.S (siglas de Very Old Rare Sherry), Matusalén y barricas de Jerez de añada. Altamente valorada por coleccionistas por su calidad excepcional; no en vano, a España han llegado sólo 24 unidades, todas ellas a la Boutique Dalmore en Madrid.

Daba miedo preguntar el precio de algunas botellas, pero, para que el lector se haga una idea, había un Dalmore de 45 años que cuesta 22.400 euros. La colección Constellation, la joya de la corona que consta de nueve botellas y que hay que adquirir de forma conjunta, la friolera de 270.000€, como una hipoteca… En el otro lado de la balanza, un Dalmore 12 años por ‘sólo’ 80 euros.
Si los whiskies son una maravilla, la tienda tampoco defrauda en absoluto. Consta de tres espacios y el primero es la propia boutique, donde se ofrecen tanto los whiskies insignia de la casa como ediciones limitadas no disponibles en otros puntos de venta; el segundo es una zona de degustación donde se ofrecen distintas catas con maridaje de distintos whiskies. Una experiencia única que se pueden reservar directamente, o regalar en formato voucher; el tercer espacio, un club privado para un máximo 66 socios que pueden degustar The Dalmore mientras fuman un puro, no en vano es uno de los pocos espacios para fumadores en Madrid con cava de puros propia.
La experiencia para este redactor de CORPORATE fue breve pero intensa, como los whiskies que elabora un Richard Paterson que desde 2011 posee el Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE) por sus contribuciones a la industria del whisky y al comercio escocés. Junto a él, haciendo de cicerones, estuvieron Ángel Piña, Global Chief Commercial & Marketing Officer de Grupo Emperador -compañía filipina que es la propietaria de The Dalmore-, y Álvaro Aparicio, Business Development Manager de The Dalmore.

Todos quedamos prendados de sus maravillosos whiskies, así que no queda otra que gritar: “¡Larga vida al ciervo real de 12 puntas! Slange Var!”.