La composición del próximo Gobierno de España tras las elecciones del 23 de julio no debería implicar probablemente un cambio sustancial en las trayectorias fiscal y económica del país, aunque las prioridades de las distintas posibles administraciones resultantes puedan cambiar de manera significativa en función del cuál sea el resultado de los comicios, según señala la agencia DBRS.

En opinión de la firma canadiense, el riesgo de un cambio disruptivo en las políticas como resultado de las elecciones se ve mitigado por varios factores, incluyendo la reactivación de las reglas fiscales a partir de 2024, el compromiso de los principales partidos políticos con la sostenibilidad fiscal y el marco fiscal de la UE y los incentivos proporcionados por los fondos NextGen EU.

«Independientemente de la composición del próximo Gobierno», la senda de consolidación fiscal gradual de España vendrá respaldada por la reactivación de las reglas fiscales de la UE, «que limitará el espacio fiscal para la próxima Administración, así como los riesgos de desviaciones fiscales en la próxima legislatura», además del compromiso de PP y PSOE con la sostenibilidad fiscal y el marco fiscal de la UE.

De hecho, para DBRS, si bien las prioridades del Gobierno podrían cambiar significativamente después de las elecciones, las trayectorias fiscal y económica de España «seguirán siendo similares en términos generales al menos en los próximos dos años».

En este sentido, recuerda que los desafíos fiscales y económicos siguen siendo en gran medida estructurales, por lo que es poco probable que cambien drásticamente en el corto plazo.

De tal modo, apunta que, si bien el PP podría estar más inclinado hacia un control más firme del crecimiento del gasto que conduzca a una política fiscal más estricta, se prevé que un Gobierno de PP-Vox probablemente use cualquier espacio fiscal disponible para reducir los impuestos, así como la revisión de los gravámenes temporales sobre las empresas de energía, los bancos y las personas de alto poder adquisitivo introducidos por el Gobierno actual.

En cuanto a Vox, advierte de que los puntos de vista de este partido sobre inmigración, políticas de género y transición climática podrían conducir a mayores disputas con la UE, aunque considera que el liderazgo del PP suavizaría las iniciativas políticas en este frente y moderaría su retórica sin descartar el riesgo de que los enfrentamientos internos dentro de una hipotética alianza PP-Vox compliquen la formulación de políticas y conduzcan a la inestabilidad del Gobierno.

Por otro lado, DBRS considera que si el PSOE logra mantener el poder, es de esperar una amplia continuidad de políticas, principalmente dirigidas a fortalecer el Estado de Bienestar, incluida la protección del poder adquisitivo de las pensiones y el fortalecimiento del sistema de salud pública, mientras que seguirá siendo importante elevar los ingresos fiscales en porcentaje del PIB hacia los niveles de la eurozona.

«Con todo, no esperamos diferencias materiales en términos de trayectorias fiscales durante la próxima legislatura, aunque las prioridades del Gobierno podrían diferir mucho», resume la agencia.

A este respecto, destaca que, en los próximos dos años, el desempeño fiscal del país seguirá estando impulsado en gran medida por la recuperación cíclica y la eliminación de las medidas para enfrentar el choque energético e inflacionario, a menos que el próximo Gobierno se comprometa a un ajuste fiscal más fuerte.

PROBLEMAS ESTRUCTURALES.

«Independientemente del resultado político, la próxima Administración enfrentará los mismos problemas estructurales clave», concluye la calificadora de riesgos en referencia a la importancia de reconstruir los colchones fiscales y la reducción del elevado nivel de deuda pública, especialmente en un contexto de mayores costes de financiación y mayores gastos relacionados con el envejecimiento.

Asimismo, desde un punto de vista económico, abordar la baja productividad y los altos niveles de desempleo de España, así como mejorar la resiliencia de su economía, también seguirá planteando desafíos.

Por otro lado, DBRS apunta que la política fragmentada y polarizada de España podría complicar la formación de una mayoría cohesiva, advirtiendo de que si las partes no logran llegar a un acuerdo y se acabase convocando elecciones anticipadas, «esto podría generar retrasos en la implementación de reformas» en el plan de recuperación de España y limitar el margen de maniobra para el Gobierno en funciones.