Gilmar prueba de nuevo suerte en el negocio de la inversión. En una maniobra estratégica, la compañía ha relanzado su departamento de ‘capital markets’, consolidando su posición en el sector inmobiliario español y diversificando su portafolio de servicios. Al frente de este negocio estará Antonio Ruiz Villa, anteriormente en Testa Home (Blackstone Group), Deloitte e Inmobiliaria Urbis.

Este paso permite a la empresa aprovechar su experiencia y los contactos desarrollados a lo largo de 40 años de trayectoria en el mercado local, especialmente en un momento donde se percibe un potencial considerable en el segmento de mercado medio aún poco explotado.

Según explica Ruiz, este movimiento por parte de Gilmar “es una gran apuesta”. “En 2023 la inversión cayó un 35% aproximadamente. En 2024 sí que vemos cierto optimismo. Estamos en un mercado sólido. Hay tensión geopolítica, tipos de interés… pero parece que a nivel financiero todo se está estabilizando. Creemos que este año se reactivarán las inversiones. En Gilmar somos un equipo totalmente nuevo, de cinco personas, y con un enfoque disruptivo”, asegura el directivo, que también añade que con esta nueva línea de negocio Gilmar se centrará en el mid-market, y en “ayudar a family offices que no están atendidos como se debiera”.

Ruiz Villa expone que “en el contexto actual, marcado por la volatilidad global y tensiones geopolíticas, existe una demanda creciente de productos de inversión de nicho y alternativos, impulsando la necesidad de contar con asesoramiento especializado y experto”.

Con su público situado en el ‘middle’ y ‘upper market’ y un foco especial en el ámbito residencial del ‘living’ (co-living, residencias de estudiantes y senior living), hoteles y oficinas, Ruiz Villa considera que “la adaptabilidad es de vital importancia en un entorno de mercado fluctuante como en el que nos encontramos.

“Queremos irrumpir con fuerza en el sector para que nos tengan en cuenta como ‘player’. Hasta ahora estábamos centrados en residencial. Ahora hay muchas otras “ramas” del negocio ‘living’, como ‘coliving’, ‘senior living’, residencias de estudiantes, hotelero…  que están ganando protagonismo. Y también estamos muy pendientes de oficinas, que si bien ha sido un sector tambaleante, se está recuperando”, dice el directivo.

Gilmar se adapta así a las condiciones cambiantes del mercado, y marca el paso hacia una mayor profesionalización y especialización del sector inmobiliario. Con el foco puesto en la Comunidad de Madrid y Costa del Sol, Gilmar tendrá varias líneas de crecimiento en esta nueva aventura, siendo el property management una de ellas. “En este sector hay un hueco. El tema es ir empezando poco a poco y conocer las necesidades del cliente”.

“Tenemos la capacidad de analizar todos los sectores y poder abarcar todos los negocios”, sostiene Ruíz, que también añade que el ticket medio de las inversiones que asesorarán será de entre 10 millones de euros y 30 millones de euros.

Gilmar Consulting Inmobiliario es una empresa de intermediación inmobiliaria, de capital español, fundada en 1983 por Jesús Gil Marín y Manuel Marrón Fuertes, propietarios y consejeros delegados. En la actualidad, opera los mercados de alquiler, compraventa de viviendas de obra nueva y segunda mano, fincas rústicas, capital markets y retail.

Su red comercial se compone de 36 equipos comerciales, ubicados en Madrid, Costa del Sol (Marbella, Estepona y Puerto Banús), Málaga, Sevilla, costa de Cádiz y en Las Palmas de Gran Canaria. Además, Gilmar mantiene alianzas comerciales con las mejores inmobiliarias en más de 35 países.

El grupo de empresas GILMAR incorpora, además de la sociedad inmobiliaria (Gilmar Consulting Inmobiliario), otras compañías que refuerzan su propuesta de valor, dedicadas a la gestión hipotecaria (Hipogesban); construcción, reformas e interiorismo (Soluciones Constructivas); y tasación y valoración de activos (Thirsa).