Dominique es una variante francesa unisex del nombre Dominga, que a su vez es una forma femenina de Domingo. Dominique se deriva del latín Dominicus.

Estamos viviendo tiempos de cambios, donde la información, la ciencia y la economía van subidos en un vagón vertiginoso llamado progreso.

Todos estamos preocupados por estar a la última, consumir de forma compulsiva información y entretenimiento más tiempo del deseable y a través de múltiples canales plataformas.

Lo que hoy es tendencia dentro de unos días habrá caído en el olvido. Las empresas nacen y crecen de una forma casi irracional, los unicornios están pastando en la economía global esperando ser absorbidos por algo más grande.

Tenemos monedas virtuales que ayer eran codiciadas por todos los inversores ávidos de rentabilidades estratosféricas en un tiempo record y hoy están demonizadas por propios y extraños, causando quiebras, decepciones e incluso encarcelamientos de gurús digitales.

En este entorno donde lo que las cosas no son lo que parecen, se hace si cabe más actual la frase que titula este editorial. Dominique no es nombre de mujer.