Por primera vez en su historia, Chanel creó un reloj concebido íntegramente para el hombre moderno: el Monsieur de Chanel. Una pieza que combina la elegancia atemporal de la maison con la ingeniería más sofisticada de la Alta Relojería suiza.

El nacimiento de un icono

Durante Baselworld, el Monsieur de Chanel vio la luz y marcó un antes y un después en la relojería de la maison. No se trataba simplemente de un reloj más en el catálogo, sino de una declaración de intenciones: Chanel, símbolo indiscutible del lujo femenino, se adentraba con autoridad en el universo masculino. Lo hizo con una creación contundente, equipada con el Calibre 1, el primer movimiento de manufactura desarrollado internamente por la casa.

La complicación del tiempo

El Monsieur no es un ejercicio estético vacío, sino una obra maestra técnica. Su movimiento revela complicaciones que lo sitúan en la cúspide de la relojería contemporánea. Por un lado, horas saltantes que cambian instantáneamente a las seis en punto. Por otro, minutos retrógrados en un arco de 240 grados, cuya aguja vuelve al inicio en un gesto tan veloz como hipnótico. Además, una reserva de marcha de tres días, gracias a dos barriletes en serie, aporta consistencia y fiabilidad. En total, más de 170 componentes orquestan esta danza mecánica, concebida no solo para medir el tiempo, sino también para celebrarlo.

Estética y materiales

En cuanto al diseño, el Monsieur es un ejemplo de sobriedad y audacia. La caja de 40 milímetros, disponible en oro blanco, en el exclusivo oro beige desarrollado por Chanel o incluso en ediciones de platino con esmalte Grand Feu, encierra una esfera donde cada detalle respira artesanía. El león, símbolo de la maison y emblema personal de Gabrielle Chanel, se convierte en sello de fuerza y carácter.

Al mismo tiempo, en versiones más contemporáneas, la casa apuesta por la cerámica negra mate, un material icónico en su historia relojera gracias al legendario J12. También existen ediciones con diamantes que difuminan las fronteras entre la relojería y la joyería, ofreciendo un atractivo único para quienes buscan distinción absoluta.

Exclusividad y estatus

El Monsieur de Chanel nunca fue concebido como un reloj de producción masiva. Su lanzamiento inicial se limitó a trescientas piezas numeradas y, desde entonces, cada versión sigue la filosofía de la exclusividad extrema. El precio, que en sus ediciones de oro ronda los 48.500 dólares, se eleva hasta superar los 79.000 euros en configuraciones más sofisticadas, reservadas para coleccionistas que buscan algo más que un simple guardatiempo: una auténtica obra de arte.

Chanel, el tiempo y el hombre

En definitiva, el Monsieur no es únicamente el primer reloj masculino de Chanel, sino una síntesis de la visión de la maison. Reúne la tradición relojera suiza con el universo estético de la firma, aportando legitimidad técnica y refinamiento estilístico. Como toda creación de Chanel, es un objeto de deseo destinado a convertirse en legado.

El Monsieur de Chanel es, en última instancia, una obra maestra en miniatura, un testimonio de que la maison no solo viste al hombre elegante, sino que también le otorga el tiempo con la misma precisión y estilo que la han convertido en sinónimo de lujo.