En el corazón palpitante del Barrio de Salamanca, el epicentro del lujo y la sofisticación madrileña, se alza una joya que está redefiniendo el concepto de restaurante experiencial: ABYA. Más que un restaurante, es un universo sensorial que fusiona la alta gastronomía, el arte contemporáneo y la hospitalidad en uno de los enclaves arquitectónicos más deslumbrantes de la capital: el histórico Palacio de Saldaña.
Un Palacio Rescatado por el Lujo del Siglo XXI
Construido en 1903, el Palacio de Saldaña fue durante décadas un símbolo de la aristocracia madrileña. Hoy, renace como el escenario perfecto para una experiencia gastronómica sin precedentes, gracias a una inversión de más de 50 millones de euros liderada por el empresario mexicano Manuel González. Este renacimiento arquitectónico respeta el legado afrancesado del edificio original, pero lo enriquece con una estética contemporánea que dialoga con el arte y la vanguardia.
ABYA no se limita a ofrecer comidas: cuenta una historia en cada rincón. Sus más de 1.000 metros cuadrados se distribuyen en cuatro plantas y un jardín de 500 m², con una propuesta diseñada para capturar los cinco sentidos desde el primer paso.
Gastronomía Libre y Sin Ataduras
Al mando de los fogones se encuentra el chef Aurelio Morales, conocido por su enfoque audaz y sin etiquetas. Tras su paso por templos como elBulli, AbAC o Cebo, Morales trae a ABYA una filosofía de cocina «libre y sin ataduras», donde las raíces indígenas latinoamericanas se cruzan con sabores globales e ingredientes de altísima gama.

En su carta, el comensal encontrará verdaderas obras de arte.
Cada plato está pensado para ser compartido, degustado y recordado, reforzando el carácter social y celebratorio de la experiencia en ABYA.
Coctelería de Autor y Ritmo Vibrante
El bar de ABYA es un espectáculo en sí mismo. Los cócteles de autor reinterpretan sabores ancestrales y los integran con técnicas modernas. Desde el «Galeón de Veracruz», un homenaje líquido al mestizaje, hasta el «Botánico de Sisho», elaborado con infusión de hierbas autóctonas, la carta líquida es tan sorprendente como su propuesta sólida.
Por la noche, el restaurante se transforma en un club elegante con sesiones de DJ en vivo y música que acompaña sin invadir. La coctelería y el ambiente refinado hacen de ABYA uno de los lugares más cotizados para prolongar la velada hasta bien entrada la madrugada.
Uno de los mayores encantos de ABYA es su colección permanente de más de 100 obras de arte contemporáneo. Artistas como Miguel Milló, Vladimir Cora y Paola Martínez ocupan los espacios, convirtiendo cada salón, pasillo e incluso baño en una galería viva. La iluminación escénica, diseñada para variar a lo largo del día, permite que las obras dialoguen con el ambiente, creando atmósferas únicas a cada momento.
Un Destino Gastronómico Imperdible
En menos de un año desde su apertura, ABYA ya ha captado la atención de críticos gastronómicos y sibaritas de todo el mundo. Ha sido incluido en la Guía MICHELIN, y su reservación es considerada una de las más difíciles de conseguir en Madrid. Es habitual ver en sus mesas a líderes empresariales, celebridades y amantes del buen vivir.
ABYA representa una nueva era en la hospitalidad madrileña: lujosa pero cálida, artística pero cercana, innovadora, pero con profundas raíces.