Corporate

La desigualdad en conciliación supone el 6,4% del PIB

POR REDACCIÓN

El déficit público baja al 1,16% del PIB hasta octubre - corporate.es

El coste económico de la brecha de género en conciliación representa los 95.581 millones de euros anuales, lo que equivale al 6,4% del PIB de 2023, como recoge el segundo informe de Closing Gap ‘Coste de oportunidad de la brecha de género en la conciliación’, impulsado por Repsol y elaborado por Afi. En el anterior informe, publicado en 2019, el porcentaje era del 8,9%.

El estudio analiza el reparto del tiempo dedicado a tareas domésticas y de cuidados entre hombres y mujeres, y concluye que las mujeres en edad de trabajar dedican 41 millones de horas más a estas actividades que los hombres. Esta sobrecarga no remunerada limita su participación laboral, su desarrollo profesional y su bienestar físico y emocional, e impacta negativamente en la economía al desaprovechar una parte sustancial del talento disponible, añade el documento.

Los datos también muestran que esta desigualdad se concentra especialmente en los cuidados: dos tercios del coste total están asociados al cuidado de menores y personas dependientes, una responsabilidad que continúa recayendo mayoritariamente sobre las mujeres. En total, ellas dedican 3,2 horas diarias más que los hombres a este tipo de tareas, lo que equivale a 2,8 jornadas laborales completas adicionales cada semana.

El informe también aborda la evolución intergeneracional de la corresponsabilidad. Así, los hombres millennials han reducido su brecha en las tareas del hogar respecto a los boomers y actualmente dedican solo un 4% menos del tiempo necesario para alcanzar la igualdad, frente al 31% de diferencia que se registraba hace dos décadas. Sin embargo, esta mejora no se traslada al ámbito de los cuidados, donde las diferencias permanecen prácticamente intactas, alerta el estudio.

En cuanto a la generación Z, el documento destaca que, aunque esta generación expresa actitudes más favorables hacia la igualdad, persisten estereotipos de género en la práctica, especialmente en el cuidado de personas mayores. Esta desconexión entre discurso y práctica evidencia «un riesgo de retroceso si no se abordan los factores estructurales que perpetúan estas desigualdades», añaden los autores.

El informe también pone el foco en cómo la falta de conciliación efectiva impacta directamente en el mercado laboral, donde las mujeres siguen enfrentando más obstáculos para participar en igualdad de condiciones pues tienen más probabilidades de trabajar a tiempo parcial, de interrumpir su carrera profesional o de renunciar a oportunidades de promoción.

Según el estudio, el 92% de las excedencias por cuidado de hijos o familiares son solicitadas por mujeres, y el 84% de las reducciones de jornada por cuidados también recaen sobre ellas. Esta desigual distribución tiene efectos acumulativos en sus trayectorias profesionales, niveles salariales y pensiones futuras.

Además, se estima que las reducciones de jornada vinculadas a la falta de conciliación suponen una pérdida potencial del 1,4% del PIB nacional, lo que se traduce en cerca de 19.000 millones de euros que la economía deja de generar. A esto se suma el efecto de estructuras laborales poco flexibles, como la jornada partida, que dificulta especialmente la conciliación para las mujeres.

En la clausura del encuentro, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha destacado que «es muy importante disponer de este tipo de informes pues los datos ayudan a ver qué funciona y qué no». «Y del informe ClosinGap, impulsado por Repsol, se desprende que lo que no funciona es la brecha de cuidados. Y es que los hombres deberían incorporarse al mundo de los cuidados con la misma naturalidad que la mujer lo ha hecho al mundo laboral», ha apostillado.

«Si queremos una sociedad más justa, más igualitaria y más feliz, debemos encaminarnos hacia la corresponsabilidad real. Y tenemos que contar con la colaboración de todos los agentes implicados: individuos, familias, empresas y, por su puesto, administraciones», ha argumentado.

Por su parte, la presidenta de ClosinGap, Marieta Jiménez, ha destacado en su intervención que cree «firmemente que conciliar no es un lujo ni una cesión». «Es una decisión valiente hacia un modelo más inteligente, más humano y más alineado con la vida. Y está en nuestras manos convertirlo en realidad», ha argumentado.

Mientras, la directora general de Personas y Organización de Repsol, Carmen Muñoz, ha subrayado que «en los últimos años el avance en igualdad y en conciliación ha sido indudable» aunque ha precisado que queda «mucho recorrido por hacer». «La corresponsabilidad y la flexibilidad laboral son esenciales no solo para alcanzar la igualdad de género, sino también para incrementar la competitividad empresarial. Continuar impulsando medidas e iniciativas permitirá un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional, potenciando así el rendimiento y la satisfacción en el ámbito laboral», ha indicado.

BATERIA DE MEDIDAS EN DISTINTOS ÁMBITOS

Para abordar la situación que se constata en el estudio, se proponen una batería de medidas. En concreto, en el ámbito empresarial, recomienda avanzar hacia modelos de trabajo flexibles, evaluaciones por objetivos, y políticas de conciliación neutras en género mientras que en el plano público aboga por reforzar los servicios de cuidados, ampliar la educación de 0 a 3 años y garantizar permisos parentales corresponsables y efectivamente utilizados por ambos progenitores.

Asimismo, el informe subraya la importancia de promover un cambio cultural en los hogares, con más educación en igualdad desde edades tempranas, campañas de sensibilización y visibilización de la carga mental que muchas mujeres siguen asumiendo en la organización cotidiana del hogar y los cuidados.

Por todo ello, el informe apunta a que, a pesar de los avances legislativos y una cierta evolución cultural, el reparto desigual del tiempo y las responsabilidades en el ámbito doméstico continúan penalizando a las mujeres por lo que la brecha de género en conciliación no solo persiste, sino que conlleva un elevado coste económico y social. No obstante, insta a un «compromiso colectivo, sostenido y transversal» para lograr un cambio en materia de conciliación y corresponsabilidad.

Lo más leído

,